sábado, 10 de octubre de 2009

El Madrid de Alison

Desde el sol hasta el Oriente,
con el eterno Colón y el Angel
que vigila tus puentes,
Alcalá abre sus puertas a Cibeles,
mientras Neptuno, impaciente torero,
que en el paseo de mis noches me vigilas con celos.
Que culpa tengo yo, que si quererte fue una inspiración.
Si tu me faltaras, te inventaría con los mismos colores,
y noches de vestidos de fantasía.
Madrid... si fueras mujer, serías mía,
y en mi coche, mientras recorro tus ríos de cemento negro
me pregunto por qué cada día más te quiero.
Y Casa de Campo, con ese coto privado que te da rubor,
cual cuadro más bonito, y por marco un viejo Río
que te abraza con calor.
Si fueras bailarina, bailaria hasta que muera,
la canción que más prefieras.
Y eres Mayor, y tus arrugas como cuevas
donde me refugio yo.
Por testigo tu Retiro,
que tu plaza Monumental con tu fiesta nacional,
haga temblar tus centinelas, cuales Torres Blancas
que acompañan con su mirada
mi partida y mi vuelta.
Y cada día te quiero más.