miércoles, 21 de octubre de 2009

"Caños de Meca"

Fiesta mayor en la jaima,
Paisaje perpetuo de mi playa.
Faro que no me deja de mirar,
Testigo impasible del tiempo.
Si trafalgar no pudo,
Menos tú podrás.
Déja que su ojo inquieto,
 Ilumine otra vez esta cara desalineada,
Que dibujo muecas,
 Sonrisas con risas al viento,
Que entra por la espalda.
 Otro levante que desmonta la mesa,
Con tus ventas, Con mis fiestas.
Y alguien que me cuenta,
 Que´l ¨caña¨ se pelea a muerte con el mar,
No quiere dar ni un paso hacia atrás.
Abandonado paisaje a su suerte,
Frontera del paraíso,
Con rastrillo ambulante,
 Polen, risas, vinos,
Perros muertos de hambre.
Bronceados, rastas y ¨trapicheos¨,
Parrilla ¨charrúa¨,
¡Cocina Kiko!
Que yo traigo mas hielo.

30/10/06

"Gatos en la noche" (c/version musical)

Cansado de mi mismo
Perdido porque no me busco
La última copa
Siempre es penúltima
El último beso
Con verso de hasta luego
Tarde suelo llegar
Con la madrugada en la espalda
La cara de fanfarrón
La falta de vergüenza
La ropa desalineada
La mentira en la punta de la lengua
La noche siniestrada que no queres contar
Después del último brindis
En la pileta del baño
A la cama como gato
Arañando en el techo el sueño
Que no cae

(4/9/06 Bárbate)


El mejor resumen de aquella esplendida noche.
En uno de los pueblos más lindos del mundo.
Nuevamente mi amigo Gaby Zeballos con su generosidad, se encargo de ponerle banda sonora a este “cuento” que me es imposible de olvidar.

“volveré como gato, a las noches de Bárbate”





"EL PASADO"

Aunque forzosa sea la partida
me ire sin mirar hacia atrás.
Si hay algo que he aprendido en la vida
es evitar el espejo retrovisor
la única solución para que deje
de sangrar una herida de amor.
En vano es intertar
mi arrepentimiento
prefiero la cadena perpetua
de mi corazón.


"DAR O NO DAR"

Si no doy más
es porque no tengo,
y nada pido hoy.

No soy poeta,
ni estos son mis versos.

Pero tú sabes lo que quiero decir.

Ayer el invierno pasó por aquí.
Yo que he vivido,
en el infierno que tu dejaste en mi
yo que creí que era más fácil,
vivir sin ti.

Hoy contigo no me quiero quedar aquí,
si no es que tenga miedo de ti,
me temo mucho más a mí.

Y la culpa,
al culpable ya sé,
y la inocencia para ti.

Y ya estoy más flaco que ayer,
y mientras me fumo las ganas
frente a mi ventana.
Hoy sé,
que preguntaste por él.

Si no soy un Dios,
ni tu mi ángel de la guarda.
Pero como devoto a tus pies
cuando lo quieras estaré.

Y como decirte que soy feliz,
cada vez que te ríes de mí,
con él.

Yo lo siento aquí en mi pecho,
el agravio del deseo,
el sabor amargo,
que dejan los besos.

Si no doy más,
es porque no tengo
y el corazón ya no se fía de mi.

Y yo coraje de pedirle,
no tengo.


"AL REVES" (c/version muscial)

Me he puesto del revés,
para poder entender esto.
Y al final,
llego a lo mismo,
y estoy loco,
como un cuerdo.

Estoy parado de puntillas,
en el borde de una vida,
si me tiro o no,
es cuestión de hombría.

Pero como tener hombría,
si me he marcado un llanto.
Y morir desalineado,
es de un gusto muy pesado.

Y para entenderme,
me he puesto del revés.

Pero para esta noche,
he conseguido amor,
a cambio de dos billetes,
de un mismo color.

Me tirare,
pero al vacio,
que hay en tu corazón.




Gaby Zeballos toca y canta este "cuento".



"Circo de amor"

Yo que llegué a creer solo en ti,
mordí de la manzana que tú me diste a probar.
Inspiré todos mis pecados
sobre el contorno de tu cuerpo.
Grité hasta quedarme sin aliento,
a los cuatro vientos;
gritos imposibles de resistir.
Yo que navegué en tu cielo,
que aparqué mi corazón dentro de tu pecho,
yo que he sido todo y más...
Me retiro de esta carrera,
que no tiene meta donde llegar.
No acepto que condenes a este pobre payaso,
a un eterno fracaso,
al camino sin retorno de la rutina.
A la basura de la cama sin compasión,
al beso de labios fríos,
al abrazo que solo cancela deudas.
A la hipocresía que aportas
cuando hablamos de nuestra función.

Este que censura su último grito,
este payaso se retira a descansar,
en otro circo.


martes, 20 de octubre de 2009

"EL BARQUILLERO"

Un amigo me dijo.
-¿Te animas a escribir un guion?
Respuesta sencilla, no me lo pensé ni un segundo.
-¡No!, no me animo, pero podría escribir un “cuento con diálogos”.
"Lo importante en esto (me explicaba), es que este cuento es para verse."
Además tiene una peculiaridad y es simple de entender.
Un “cuento de ver” tiene unos ingredientes, como un grupo técnico, sus directores, y sus actores.
¿Como “ve” un director mi cuento?
¿Cómo le dan vida los actores”?
A no cursos, toma otros recursos.
Me fui de figurante.

Me divertí, vi y mire (que no es lo mismo), los gestos, las direcciones y acciones, y me regalaron un curso en vivo y en directo. También me regalaron parte del guion de ese día.

Un extraño barquillero en Amar en tiempos revueltos.


"Barquillero Cuentista con el señor actor Tómas del Estal" un tipo genial.




"Barquillero Cuentista con una bellisima actriz"



"uno se divierte, pero ellos trabajan en serio"

"todos forman parte"

"lo que no se ve, para poder disfrutar de lo que se ve"

"Cuentista con el actor Álex García, feminas es mas guapo en vivo y un tipo muy cercano"

"Cuentista y el actor Tomás Pozzi"

Un pibe especial, un saco de alegría y en las distancias cortas te come. Cordial, simpático y lo principal con los pies en esta tierra, a todo esto hay que agregarle su grandeza como actor. Fue un lindo regalo conocerle.


Y todo esto en un marco genial, en uno de los parques mas lindos de España, como es el Retiro de Madrid.


lunes, 19 de octubre de 2009

El poder del amor

El amor es un sentido en sí mismo, o el complemento de cada uno de estos.
Su poder es un arma divina o tan cruel como el mismo demonio, todo radica en quien lo utiliza, y como.
Es la escusa perfecta de cada acontecimiento, divino o no.
Disfrazamos con él, muchas cosas sin sentido y a las que tienen sentido le pedimos que con su protagonismo, lo opaque.
El amor y el poder son dos cosas absolutamente independientes, pero un coctel molotov cuando se funden. Que siempre está ahí esperando al estúpido que acerque la lumbre.
Y ese estúpido siempre llega, son personas. Con lo que eso implica.
Porque de la definición de seres humanos, estoy muy seguro de que somos seres, pero tengo una gran duda, sobre ser humanos.
El poder tiene la suprema potestad sobre todo, y en el amor esto no será diferente.
Cuando los actos se llevan a cabo dirigidos por el amor, cargan una dosis de poder caritativo, los resultados son extraordinarios, exquisitos, dignos de admirar, envidiados por todos los que somos racionales, el universo entero se viste de gala. Y de tal forma cuando su poder es cruel, sus resultados son devastadores y otro universo tiene la osadía de vestirse de gala.
Yo creo en el amor, yo bebo de él y doy a beber. Solo le temo al poder.

¡Quiéreme!
En tus angustias, en tus alegrías.
¡Quiéreme!
Mujer en tu sexo.
¡Quiéreme!
Amigo en ti. Que yo a ti te quiero.

Necesitamos de él, y a él alimentamos.
Pero le tememos, sabemos que en su furia él puede tener una crueldad absolutamente destructiva, desamor.
Cuantas veces el corazón se sube en sus alas blancas y estas se niegan a alzar el vuelo, en cuantas ocasiones besamos el suelo por donde el pasa.
Pero su crueldad, es lo que más nos lastima, lo que más duele.
Amar la libertad y enfrentarse al poder, batallas trágicas dice la historia, tanta sangre que aun mantienen su humedad en nuestra memoria.
Unir dos fuerzas tan exquisitas y que vayan de la mano es el reto de toda esta humanidad.
Ver tras sus cristales limpios y puros como gotas de agua del rio que tú elijas.
Y muchas veces la realidad supera toda ficción, todo lo imaginable.
Hay canciones que cantan al amor, poemas y poetas que solo viven escribiéndole al amor y por amor hay historias tan dispares como colores hay en los arco iris.
Quería ver hasta dónde puede llegar este cóctel, y no fui muy lejos.
Poco a poco fui detrás de una pista. Una mirada triste de una mujer.
Sus hijos compartían colegio con los míos y nuestra calidad de vecinos era la guinda para poder llegar más allá de esa mirada triste, perdida, y hasta dolorosa de contemplar.
Me afane en acercarme, si, debo reconocer que la perseguí.
Y hoy todavía sangra lo que me mostro esa mirada.
En la comunidad de vecinos estaba el murmullo cruel, de que esa joven era una mujer maltratada por el machismo enfermo.
Mi hija mayor me comento que el niño estaba faltando al colegio y apenas me cruce con ella una tarde de marco gris en el ascensor le pregunte por él.
La respuesta fue justo esa a la cual yo no estaba preparado, ni una palabra solo un pequeño y atragantado llanto salió de esa joven. Que no pudo con su silencio.
El amor era su peor enemigo, la conjunción en su corazón del amor de mujer y del amor de madre la estaban matando poco a poco.
Ese hombre que le había devuelto la vida después de un fracaso matrimonial en su país de origen (Perú), hoy se la estaba quitando, en cada golpe, en cada grito.
Pero la maldad de este llegaba a límites insospechados para quienes no concebimos esta crueldad.
Su dolor más sufrible no era por ella, era por sus hijos y en especial por el mayor. Que apenas tiene 11 años.
Ese chico que va de camino a convertirse en todo un jovencito, que ya ha sufrido la pérdida de un hogar que se encuentra en un país extraño y tan lejos de sus recuerdos y olores de infancia (España). Se está haciendo hombre de golpe y a base de estos.
No podía con sus dolores y por ese motivo no acudía a sus clases en el colegio.
En un acto de amor hacia su madre se armo de poder, no pudo resistir más en silencio dentro de su cuarto con su pequeña hermana los gritos desgarradores de su madre una noche más y acudió en urgencia a defenderla. El resto puede ser suponible, pero prometo que mi imaginación no llega a revivir esos acontecimientos con exactitud, solo el relato de aquella joven destrozada, perdida.
Salto sobre ese hombre que desde hace años ocupaba el lugar que su padre abandono, lucho casi de igual a igual, se enfrento con la valentía de un hijo desesperado para frenar el castigo de aquel verdugo. Y el desenlace fue aun más cruel si cabe.
Paro el castigo por un instante, detuvo el dolor, hasta que ese hombre le chantajeo.
Le miro, se giro hacia su madre soltó una bofetada frente a sus ojos que rompió la boca de esa mujer, esa madre, y giro la vista nuevamente hacia él, le miro con odio.

“si vuelves a salir de tu cuarto le vuelvo a pegar”

Escucho esa frase miro a su madre que se limpiaba con la manga del camisón mientras continuaba tendida en el suelo, y se retiro, despacio, desconcertado, aturdido, herido.
El amor pudo mas, que la rabia, que el dolor de este hijo. El verdugo, castigo lo que más quería aprovechando el amor que ese niño le tenía a su madre.
¿Quién hubiese sido tan valiente?
Como ese chiquilín, tan inteligente, como para entender que debía retirarse, esa noche no se oyeron más golpes ni llantos, pero él no encontró en su corazón el silencio, el descanso.
El descontrol de la sinrazón humana mezclada con el amor, puede ser muy cruel.
Pero para estos protagonistas, para mí, y para ti también, la vida continua.
No sin denunciar estos casos atroces, pero continua.
Y el amor con ella.

“Oh bendito sentido”

Magdalena me conto, que su amor por un hombre fue tan poderoso que la movió a recorrer mares para poder estar junto a él.
No se resistió a que el destino la separara de lo que más amaba.
Como el fiel creyente sigue a su dios.
Un día salió tempranito, arropada con unos trapos viejos, pero limpios, con su pelo recogido, con su cara pintarrajeada.
Antes que despertara nadie en la casa, ella salía al encuentro del amor de su vida.
No recordaba bien su cara, no entendía la ciudad, caminada segura de su destino, aunque dudaba de su camino.
Paro un coche, suplico que la llevaran, festejo en silencio la fortuna que el destino le obsequiaba.
Acariciaba ansiosa el reloj, con la misma asiduidad que acercaba su cara al frio cristal de la ventanilla, parecía que miraba el infinito. Se recostó tranquila en el asiento de atrás, dejo caer el bastón a sus pies y confió en ese extraño.
El viaje duraba en su imaginación una eternidad, mientras las agujas apenas se deslizaban por la esfera de aquel extraño reloj de bolsillo.
El hombre le dijo que ya habían llegado, agarro su mano se la beso, recogió el bastón y se bajo tan deprisa como sus piernas le dejaban. Se sentía feliz, se sentía viva, se decía en silencio, "Magdalena, vive, vive".
La verja se resistió, pero saco fuerzas para abrirla, se deslizaba con sus pies pequeños, despacio, tranquila y excitada a la vez.
Llego a su destino, lo sabía. Agarro de la mano a su hombre, sabía que era él, le beso, le acaricio.
Alguien advirtió de su presencia, pero no le dijeron nada.
Disfrutó como una loca, hasta que una mano se poso en su hombro.

"¡Mama!". Sintió que le decían con sorpresa en la voz. No contesto.
Beso en la mejilla a su amado, a su hombre. A ese que siempre estuvo con ella.

“Mama, por favor no hagas esto, pídelo y te traigo”. La voz sonaba tierna en esta ocasión.

“Me lo pidió el corazón hijo, y yo le traje”.

Recogió su bastón de invidente, se agarro fuerte al brazo de su hijo y se fueron despacito.
¿A quién beso?, ¿A quien mimo?
 Todos sabemos que Ramiro se fue hace ya años.
Pero hay muchas Magdalenas en el mundo que necesitan dar amor, y muchos somos necesitados.

“el poder del amor es infinito”


domingo, 18 de octubre de 2009

Acuarelas

                                       Yo quiero ser pintor.
                                         Y si tú te animas,
                            pintaremos juntos en el lienzo del amor,
                                          un mundo mejor.
                                  Mares azules, campos verdes,
                                          celestes cielos,
                                        los picos más altos
                                        los pintas blancos.
                                      Que nuestros trazos
                                     se junten con armonía.
                                     Que arco iris más bello,
                                       brillando a lo lejos.
                                 Juntaremos nuestros colores,
                                  pintaremos un mundo mejor
                         donde no exista el color del sufrimiento.

"Poemas y libertades"

“El desarrollo de un poema debe ser tan libre,
como espontaneo es el trazo al repetir varias
veces, una misma palabra.”

Trajes vacios

Cuando la fama, te maree
Más que´l licor de etiqueta
Y niegues tu chaqueta.

Cuando el pasado y el presente
Se pierdan entre la gente.

No pidas que te respeten
No pidas,
Tú,
Que todo lo debes.

La miseria más pobre,
Es la que nada en la riqueza.

-cuando el pelo sefaradí
Se te vuelva gris-

Cuando las portadas,
Se olviden de los éxitos
Y te huela el pellejo.
Cuando te sientas,
Extranjero en tu propia tierra.
Cuando las miradas se claven
Como espadas,
Y no miren nada.
Tarde ya comprenderás,
Que no tienes nada.
Que cargas el peso de los vacios.
Mientras dejes que el cariño,
Caiga al abismó.

--cuando la fama te maree
Más que´l licor de etiqueta
Y niegues tu chaqueta.
Cuando el pelo sefaradí
Se te vuelva gris.--


Con mucho... y todos mis respetos. Sigo  prefiriendo su música, frente a su "vivo y en directo".
-Compro discos, pago entradas. Y opino, porque me da la gana-

Gracias Cantor (version musical)



Un cantor me regala sus favores.
Gracias Gaby Zeballos, gracias cantor.

Hay miles en todo el mundo. Con más o menos fortuna. Otra cosa son nuestros gustos, pero para mí son todos muy respetables.
Adoro esos que pasan desapercibidos, esos que encontramos un día por casualidad en un tablado de un pueblo, en un pub, esos que son de verdad, que no se maquillan.
Y esos que vendrán, métele mano a tus sueños y salí a cantar.
Gracias cantor, de aquí, de allá.

Morir con ella.

Hipotecando mis sueños
por tus besos;
y en ninguno de ellos faltas.
La pesadilla es el despertar
cada mañana y comprobar,
tu ausencia en mi cama,
entre sedas blancas
y luces brillosas.
Cada noche como hada
reboloteas en mis fantasias,
y mi agonía aumenta,
al quererte atrapar.
Solo logro otro despertar.
Solo quiero cumplir un deseo,
el próximo sueño contigo,
que sea eterno;
aunque nunca vuelva a despertar.

El Espejo

El espejo de la vida,
me pasa día a día
la factura impaga
de los excesos.

Los reproches como espinas,
van sangrando viejas heridas.

Y tú,
que yo pensaba en
que todo lo aguantabas.

Mi egoísmo y narcisismo,
lleno el vaso de tu paciencia,
y como cualquier imbécil
recién ahora me doy cuenta.

Se agotó mi crédito.

Ahora después de la última batalla,
me revuelco y lloro,
en los escombros de nuestra cama.

Y ahora que el saldo negativo,
me da en toda la cara.

Es tarde para repetir la frase de mil peleas,
"perdóname Amor,quédate conmigo, por favor".

Ahora que mi fachada se olvido que te amaba,
dejo la mierda que soy,
en el rincón más vacío,
de nuestra casa.

Deudas

El duro y más crudo villano,
se ha puesto a llorar,
en la puerta de mi aldea.
Y hoy pide con dolor, el perdón,
a quienes pinto de crueles infiernos.
A quienes construyo solo caminos de rabia,
la vida más larga,
la vida más corta,
todo lo cobra.
A quién cree,
que nunca se paga.

Collarcito

Un collarcito de estrellas
para tí Princesa.
Una luna sin antifaz
que te ilumina el camino,
que te lleva al río,
que te lleva al río.
Y ahí remojaremos las ganas,
si te robo un beso,
si te robo un beso.
Mi Princesa de mil cuentos de hada,
yo te prefiero de carne y hueso,
de carne y hueso.
Y aunque derrame mil lágrimas,
yo a tí te quiero, te quiero.

miércoles, 14 de octubre de 2009

A una puta cualquiera (cuando al "cuento" le agregamos cuento)

Rebajas…
Rubia como el sol,
Que sabe lo que es el éxito.
Mientras hoy,
Saborea con desprecio,
En la vidriera del fracaso.

Cuando se va apagando la ciudad y se enciende la noche.
En ese momento que se descubre la fauna que habita en la selva de cemento, cuando el trabajador intachable, el alma pura, cuando ese padre de moral limpia y reluciente se coloca el antifaz. O se desnudan sus deseos mas sentidos, esos que van en contra de su vida cotidiana. Sale a la luz el semental, eufórico e incontrolado.
Y ahí ella, esperando la señal que la invite a subir a su coche.
Y ese vendito preámbulo de regateos, buscando las rebajas.
El acuerdo en un instante, casi siempre suele llegar. Él no se resiste a ella y ella es toda una profesional.
Al amparo del anonimato, en un recoveco oscuro donde estaciona el auto y el vapor del deseo empaña los cristales.

Marcando una noche
En el asiento trasero
De un coche,
De algún “buen hombre casado”.

-¿Casado?, ¡sí!
El anillo le delata, la foto en la billetera y el entusiasmo que pone, en el instante que ella comienza con su actuación.
Baila el auto al ritmo del deseo, se acurruca el sexo al calor de la experiencia de toda una dama.
Pero esa dama de melena rubia, de curvas perfectas, de sonrisa cordial.
¿Quién es?, ¿Quién fue?, ¿Qué quiere ser?
Y quien preguntara, el cliente ocasional, este testigo casual. La vida.

Por pasado,
Una leyenda…,
Por ti, un deseo…,
Presente, un cuerpo…,
Una sonrisa sin prisas.

Cuánto tarda un instante cuando es tan bello, tan real.
El monologo cavernícola traspasa los cristales del auto, y ella solo silencios.
Una tregua al frio le trae el trabajo, no adivino nada más.
Y todo se termina.
Ella vuelve a su puesto a su esquina con el corazón en la cartera, esto es solo trabajar.
El portero de la cantina su guardaespaldas espontaneo, las luces de neón que iluminan su escenario callejero.
Sigue siendo la vedette más bella de la revista. Cuando termina la función…

¿A dónde vas?
Carmín con precio,
Corazón de esquina,
Quien te ha visto.
Quien te vera.
Te propongo que hoy…,
¡Al carajo el trabajo!

¡Y si me acerco! ¿Qué me propones tú?
La brisa trae una música de fondo, que se transforma en banda sonora de tu espectáculo.
Porque la calle es generosa en su propia crueldad. Porque ella conoce tus secretos, y los míos.
El tiempo es el que tiene maldad, la memoria y esta noche el frio.
Pero ese tinto barato te ayuda a mantenerte en pie, a resistir el trabajo.
Y otro cliente que no se resiste a tus encantos y el reloj que sigue corriendo, pero igual sigues manteniendo esa estampa de princesa.

Brindemos con un tinto,
“mata frio”,
Y si no…
Si tú te vas,
Yo me quedo
Si tú regresas,
Te juro que vuelvo,
Al lugar
En el que tú existías.

O al lugar que te de vida.
¿Pero cuál es?, ¿Lo sabes vos?
Porque quiero viajar esta noche contigo, a tu mundo, compartir tu lugar, descubrirlo.
Que me lo enseñes, quiero escucharte, hablarte.

¿A dónde vas?
Carmín con precio,
Corazón de esquina,
Quien te ha visto
Quien te vera.
Te propongo que hoy…
¡Al carajo el trabajo!

Que corta función y que grande y generosa.
Se va.
Entra en la cantina, en el bar. ¿Irá a su camerino?

Vedette de una noche oscura.
Protagonista de mil esquinas en penumbras.

Brindo por vos.
¡Salud y besos!

A una puta cualquiera.

"Rumores" (version musical)



Rumores, como tantos otros “cuentos”, fue transformado en canción por el señor Gaby Zeballos.
Rumores me deja descubrir un hilito de rabia en esta versión nueva de las guerras, musulmanes vs cristianos, y viceversa. Esta “peste” que llevamos los emigrantes.
De lo que estoy seguro no es sarna, porque a mí no me pica “nada de nada”.

martes, 13 de octubre de 2009

Ausencia del viajero

Hoy salgo cuatro y diez, tal vez el horario que más me gusta de todos los que tengo en mis diferentes jornadas.
Esta fría la calle, lo sé por el bollón con agua caliente de las niñas que me esperan en la parada, lo agarran con fuerza para que sus dedos no se congelen y puedan escribir al llegar a la escuela. Lo sé, porque al abrir la puerta para que suban una bocanada helada recorre mi cuerpo.
Conozco a cada uno de mis viajeros, conozco sus gestos y por ellos adivino su ánimo, y hasta sus sueños. No se resisten al afecto del día a día. Viajamos juntos, somos compañeros de lunes a sábado, nos respetamos nos ayudamos, yo se que ellos confían en mí, y yo velo por ellos. Los domingos los viajeros son diferentes aunque muchos sean los mismos.
Se suben chiquilines enloquecidos y revoltosos con sus túnicas y enormes moñas azules, se suben trabajadores, responsables padres de familias. Yo sé antes que el jefe de la empresa quien llegara tarde y hasta quien no ira.
Echo en falta alguna cara y me pregunto, ¿hoy que le pudo pasar?
Los viajeros menos vistos pero no menos queridos, son los abuelos que me acompañan en fechas de pago de jubilaciones y cuando se saltan a fechas no usuales me la juego y adivino, visitas de medico.
De muchos me sé su nombre y de otros no sé cómo suenan sus palabras.
He compartido en silencio alegrías, lagrimas gestos de complicidad.
También es viajero ese que se sube a trillarse el pasillo de mi ómnibus, ese que aguanta en el hombro una bolsa repleta de variadas cosas, caramelos, peines, set de costuras, que no pueden faltar en la cartera de la dama, o en el bolsillo del caballero.
La charla ocasional justo una parada antes de bajar.
Conozco a Oscar a Juan, a Cecilia la maestra de la escuela de la barra de Santa Lucia, al carcelero del penal, al mecánico por sus manos, a Manolo el pescador porque siempre baja en el puerto.
Vigilo al desconocido por el espejo y cuido a todos, chivo con un guiño cuando sube el carterista, que también sube a laburar, y pido el asiento de atrás para la abuelita o la futura mama.
Y a usted también lo conozco aunque nunca tuvimos la oportunidad de hablar.
Le veo amable, correcto, le adivino generoso.
¿Usted, como me vera?
Su camisa, su traje, su corbata y su peinado todo impecable, perfumado sin exagerar.
Viaja sentado, parado, su prioridad es viajar.
Le vigilo por el espejo, porque le admiro no lo puedo ocultar, sé muy bien que se siente observado pero siempre se desenvuelve con naturalidad.
Transmite en gestos delicados y firmes que no titubea al caminar, nunca un mal paso vaya yo a la velocidad enloquecida de la carretera o al traqueteo de los pozos que no puedo esquivar. Respetuoso al entrar, respetuoso y cortes al bajar.
La música de mi ómnibus es diferente a la música de los demás, pero es música. Esa ventana que no sierra ese timbre que me ordena.
Y a su son bailan macacos, brujitas, que acompañan como experto cuerpo de baile a las fotos de mis niñas, a todos, no saben discriminar.
Pero ese viajero siempre llamo de una forma especial mi atención, le vi crecer aunque él me supere en edad, podría ser mi padre, podría ser.
Su portafolio viejo auxiliado con un cinturón de cuero para cerrar, que tesoro esconde, que tesoro va a buscar.
Otra vez he pasado expreso, su tesoro esta en el mismo. ¡Debo aprender a mirar!
Va pasando el tiempo y se le ve un algo diferente, pero sus gestos son los mismos su forma de subir su forma de darme los buenos días y su forma de bajar.
Solo me doy cuenta de su traje, su portafolio, ya no lleva el cinturón, el aroma de su perfume es diferente y exquisito pero parece que siempre usa la misma cantidad.
Se sienta detrás de mi cada vez con más asiduidad, y si debe quedarse de pie siempre le tengo cerca, su presencia tranquiliza esos días que el reloj me pide mas y mas.
No falla como otros viajeros, llueve truene o el sol queme el pavimento dejándolo con ese mar invisible de vapores.
Paso siempre a la cinco menos diez por su parada, y si, es su parada, espera solo pero no en soledad, es puntual. Imagino que debe llegar con suficiente tiempo como para nunca tener que preocuparse por mí.
¿Quién se preocupa por él?
¡Aquí!, aquí nadie, es solo un viajero mas en definitiva.
Pero yo le veo en singular, el es mi viajero. No quiero buscar en mi espejo retrovisor su contorno, quiero verle siempre con mi atención hacia delante, aunque no puedan mis ojos mirarle.
Quiero que siga apoyando su portafolio contra la barra que me separa del pasaje.
Voy atrapar en mi memoria sus palabras, porque nada está seguro en mi recorrido, en estas jornadas, mi ómnibus, mi puesto de trabajo, mis días.
Pero mi recuerdos, a no, no eso si que perdura solo yo tengo el poder de mis recuerdos, nadie puede borrarlos. Yo llevo los recuerdos que quiero, que me hacen sentir bien, que me dan vida cada vez que recurro a ellos.
Hay veces cuando ya hice la última parada y recorro el pasillo desde el asiento del conductor, desde mi punto de vista, y le veo vacio. Siento la soledad que me atrapa por la espalda y recupero los recuerdos, vuelvo a llenar el ómnibus, Oscar medio dormido con la cabeza apoyada en el vidrio, el mecánico con sus manos cuarteadas y las uñas negras, Manolo con ese particular perfume a puerto, los niños de la escuela saltando y el portafolio apoyado contra la barra que me separa del pasaje.
Atrapo otro recuerdo.
¿Y ahora?
Me habla.
-Ahora, amigo mío tranquilo y seguro, despacio, pero firme. Para usted y para mí lo importante es llegar.-
De la nada apareció él, el viajero con su voz amable, me hablo y volví a sentir la ausencia del viajero.
A la memoria del señor Roberto Recalt.

Atrevida...

Deicidio levantar el vuelo
Y el plumaje de su inocencia
Se vio inmerso en un duelo
Amor y falta de experiencia.

Quince años vestidos de niña,
Y una noche desnuda de mujer
Se defiende el corazón y le araña
Hoy nadie le puede proteger.

“El paraíso no es como lo pintan
Decidió levantar el vuelo
Brillan lágrimas que se suicidan
Se vio inmersa en su duelo”.

El paraíso no es como lo pintan
Brillan lágrimas que se suicidan
Ella ahoga el llanto otros fuman
Briza de sueños despierta en huracán.

Cuando alguien juega con el amor
Del cielo al infierno una estación
Nadie le aviso y la cegó su pudor
Una noche presa en la habitación.

Para el simplemente una chica más
Vaya mierda de truhan el “caballero”
Sonríe frente al espejo lava sus armas
Esa noche se mueren los 14 de febrero.

“el paraíso no es como lo pintan
Corazón,
Brillan lagrimas que se suicidan”

Otro “cuento” con su versión musical.

lunes, 12 de octubre de 2009

"El pequeño oficio, de proa a popa"

Se masticaba en Cádiz la primavera del 61.
Se olía la nostalgia en el aire del puerto, el Cabo San Roque se afana en prepararse para una gran travesía, nada se dejaba al azar.
Mi madre se impregnaba de los últimos besos andaluces, como quien guarda recuerdos en la piel.
Yo solo iba y venía dirigido por alguna de mis hermanas mayores, acomode mi equipaje en los pequeños bolsillos de mi pantalón, y fotografiaba en mi memoria aquellos recuerdos sin flash.
Caminaba en el aire escoltando al cabeza de familia, él firme abriendo el paso a todos nosotros, escondiendo en aquellas viejas ropas las cicatrices abiertas de la vida.
¿Por qué miraba hacia atrás, por nosotros, por aquellos que se quedaban, por Andalucía?.
¡Uf!… era inmenso, crecía mientras me acercaba, mire a mí alrededor, mis hermanas lloraban en silencio, mi madre tiraba de mi hermano pequeño, mi padre puso un pie en la rampa de entrada al navío, su pie izquierdo “tartamudeo”. Mi padre le miro, sonrió.
Cuando corone la gran escalinata, el picor de mi piel desapareció, no recordaba que un tiempo atrás alguien experimento la resistencia de mi dolor con agujas, una experiencia que compartí con toda la familia, ahora no me engaña cuando una jeringa se acerca y siento esa voz que brava… “no dolerá Manuel”. Y un segundo después, dolió.
El Cabo San Roque nos engullo en sus entrañas, y su intención era que formáramos parte de él, unos señores vestidos de “primera comunión” recibieron a mi padre, este le entrego unos papeles y indico que todos los del sequito pertenecíamos a los “Medina”.
Nos dirigimos hacia los camarotes. Yo compartí “mi camarote”, con mis padres y mi hermano menor, a mis hermanas les toco uno lindante que compartieron con otros parientes de la familia.
Los angostos pasillos eran testigos de accidentes, atropellos y prisas, todos solventados con sonrisas tímidas y nerviosas.
Me adapte al murmullo, no deje que este interrumpiera el asombro que entraba directo por mis ojos, cuando encontré la calma un estruendo desarmo el puzle de mi pequeño cuerpo, 5 años no dan tanta resistencia para tanto asombro. El navío “exploto”, escogí para mi seguridad la pierna de mi padre que había entrado firme a la escalinata minutos antes, dude de aferrarme a su otra pierna, mi padre sonrió.
-nos vamos- dijo mi padre.
No estaba muy seguro hacia donde, pero si descubrí rápidamente que aquel enorme navío se movía.
Toda la familia se reencontró en la cubierta, y desde el puerto nos gritaban y regalaban efusivos gestos, éramos el centro de atención, me sentía como un héroe, una estrella de cine (aunque por aquel entonces no sabía muy bien que era el cine). Esa ceremonia duro una eternidad, hoy todavía sigue el bullicio en mi cabeza, pero dio paso a un llanto multitudinario, “si toda esa gente de cubierta no para pronto de regar con lagrimas, creo nos hundiremos”. Aunque no lo pueda explicar muy bien.
La barandilla del barco se afano en castigar mi frente a medida que nos alejábamos de la “fiesta”, no estaba pensada para un niño de 5 años, algo quedo grabado en mi frente como un pequeño moratón, pero no me doblego su castigo, quería ver más, y vi.
El mantón de agua era espantosamente enorme (luego descubriría que eso no era la inmensidad), el Cabo San Roque cada vez me parecía más inmenso, al contrario sucedía con el puerto y más tarde la ciudad, a medida que este se adentraba hacia el océano.
Pero todo esto es parte de una torpe memoria, que se arruga, pero pelea para no olvidar.
Si cierro los ojos, todavía veo en alto los brazos y sus adioses, las caras, todavía huelo aquel mar.
No recuerdo cuales eran por aquellos tiempos mis sueños para cuando fuera mayor, digamos que bastaba con ser un niño el tiempo que fuera necesario.
Pero recuerdo muy bien aquel diminuto y atrevido “barquito de papel” que tercamente y quejándose con grandes bocanadas de humo nos “echaba” de Cádiz, y nos brindaba todo un futuro por delante.
Un viaje, largo, mareado, divertido, con grandes olas, con grandes preguntas, y casi falto de respuestas.
¿Qué quiero ser de grande?
El paisaje que me acompaño casi todo el viaje era extrañamente hermoso.
En esta licencia quisiera felicitar al “pintor” del mundo, con un solo trazo pinto aquella mar. Ahora nosotros viajábamos en un “barquito de papel”.
Una “banda sonora” viajo en el tiempo.

“Todo pasa y todo queda,
Pero lo nuestro es pasar,
Pasar haciendo caminos,
Caminos sobre la mar…

Caminante no hay camino,
Sino estelas en la mar…”

Malditos poetas,
Que hurgan en la memoria de mi pobre corazón,
Benditos recuerdos que provocan este temblor…
¡Estoy vivo!
Dejad ya de bombear esta sangre caliente,
Que embriaga sin compasión cada rincón.

¿No ves Corazón?,

El tiempo arruga mi traje,
El horizonte se cristaliza,
Yo solo soy un hombre…
Y la mar mi amor…

“Aquel año conocí la mar y la mar me conoció.
 Dame un camino que en un recoveco nos volveremos a juntar.”

Nunca supe bien que pensamiento pinto en el horizonte esa promesa, que se comprometió y sabremos cumplir.
El viaje fue un viaje singular, no solo para aquel niño que deje atrás, atrás quedaba para el Cabo San Roque, millas y años de peleas contra el reino de Neptuno, el imaginario mascarón de proa ya no se podría imaginar, en esas ráfagas de viento salpicado por gotas saladas en su espuma blanca, ya no hay “proa San Roque” pero sigue habiendo mar.
¿Qué será de su vida?
Cuantas veces me repito en silencios esa pregunta, no importa yo por ti vuelvo a brindar, si algún comensal lee este rétalo, levante compañero su copa de vino y brindemos desde aquí hasta allá por el “Cabo San Roque”, que no ni no.
Cuando comprendí que Cádiz no había desaparecido y a mi volvió la tranquilidad, solo se había quedado atrás como una pequeña postal, frente a mi otro Cádiz se empezaba a agrandar, con otro nombre. Se acerco a mí un oficial (por aquel entonces comprendí que no se vestían de comunión), acerco un cajón de madera con resto de pieles secas de cebollas, la barandilla ya no castigo mi frente. Me subí sobre él y descubrí el contorno de un paisaje hermoso y diferente, era más grande que aquel Cádiz.
Un “Barquito de papel” se acercaba hacia nosotros, el Cabo San Roque detuvo su pulmón de humo, un escuadrón de marineros nos rodeo, yo busque la mirada de mi padre y la encontré, transportaba una sonrisa que me tranquilizo, el oficial poso su mano derecha sobre mi hombro.
El “Barquito de papel” como toro bravío de casta, con astas enormes y una boca vomitando el mismo esfuerzo que mi navío (el oficial había colocado su gorra sobre mi inexperta cabeza, ahora era yo el oficial), sus cuatro ojos de buey se enfrentaron a mis ojos sin el más mínimo respeto, pero fui rápido y audaz, me agarre firme a la barandilla, levante la gorra y descubrí mi valentía tras la negra visera, y mire al oficial, el me contesto con su voz.
-Manuel, como oficial al mando tienes que ordenar a los marineros la maniobra.- dijo y señalo a los marineros que me miraban, si a mí, esperaban mi orden.
Dude, aquel toro de mar parecía que no se detendría.
Un marinero (el más viejo) me hizo un gesto, entre sus manos llevaba una gran cuerda que seguía y pasaba por varias manos.
-¡al ataque mis marineros!-grite, sonrió el más viejo, porque esperaba esa orden de este oficial.
Todos mis marineros a una, aquel “toro” paro sus maquinas, su pulmón en una gran bocana de humo pidió piedad, demasiado buque el Cabo San Roque para tan pequeño torito.
Salieron de la cabina unos hombres sin uniforme, que recibieron las cuerdas que “mis” marineros arrojaron, tras un breve tiempo, el pulmón vivió nuevamente, su humo se vio en la luna o más allá, cambio su rumbo y el Cabo San Roque como un fantasma volvió a navegar. Algo llamo mi atención.
-¡nos movemos!.- dije a mi oficial, que permanecía en mi compañía.
-si Manuel, (señalo al “barquito de papel”) el nos adentrara en las entrañas del puerto de Montevideo.
-¿señor no comprendo?- pregunte sorprendido.
-¿Qué no entiendes Manuel?
-es una señora- y señale al “barquito de papel”, que descubría su nombre blanco en el fondo negro y brillante de su lomo.
El oficial lanzo una carcajada, que contagio a todos los presentes en la cubierta de proa.
-No Manuel, el Enriqueta es un remolcador, y muy potente. Mira el solo mueve al Cabo San Roque, en otros puertos necesitamos dos para tirar, y otro para dirigir.
-¿el solo puede?- pregunte, solo lo veía a él.
-no Manuel, a estribor nos escolta otro remolcador, pero el fuerte es ese- y señalo a la dama que frente a mí se paseaba con estética brillante, con su negra falda, con su corcel crema y su cabello blanco, con su pulmón cargando de negro el aire.
Y cumplió con su cometido, dejo al gran navío y a este oficial en su destino, saludo con una gran explosión como corneta de carga del más valiente ejercito y recibió la respuesta de “mi gran buque” sutil idioma el de los barcos y sus marineros.
Pasaron años y años, yo cargaba la maleta de mi vida y aquella “dama” no surcaba mares, se vestía de plata en su gran rio.
-papá, quiero ver las entrañas de la mar.
-ve a la mar hijo, ahí están.
De Playa Pascual a Montevideo, un Solfy desbocado me llevo, como un bandido atrevido, sin piedad.
TSAKOS y su astillero naval me abrieron los brazos y yo los míos abrí para sellar un trato. Pero esta es otra historia en la memoria nostálgica de este traje.
Manuel Medina el mayor, mecánico naval, y hoy reza mi presentación oficial como coordinador de obra.
Pero en mi memoria esta aquel 23 de agosto del 2005, con su gracia y su temporal de desbocada ferocidad.
Lo tengo hoy estampado en mi memoria como una grieta y su afán de provocar toda una catástrofe, que mi oficio de “proa a popa” deben remendar.
Si, remendar un gran trozo de historia que si se hunde debería arrastras en la historia tinta y papel de grandes acontecimientos que hacen de este país, tu país, mi país, un país que no se podría imaginar, eso es la historia el reflejo de lo que hoy tenemos, no sirve pensar porque la historia no se piensa se respeta se mira pasar se levanta uno y la acompaña por los días de sus días, mis días.
-vuestro deber defender esta patria, porque vuestra es.- se escucho decir un 4 de diciembre de 1896, dicen también que el capitán del Enriqueta dijo a sus colegas (el República, Fluton).
- “libertad o muerte” a la mar mis valientes, que no quede en tierra un marinero que pueda empuñar un arma. Desplegué presidente la bandera bicolor, que la cara del sol ilumine esta hazaña.- dicen que se dijo.
El Enriqueta era aquel que trajo a puerto “mi” navío en el 61, ahora armado con un pequeño cañón a proa y cargado de libertad.
Pero la historia se trabaría terca y al mando del capitán Ricardo Couces Rodriguez como lazarillo, el Enriqueta escribió con tinta firme mas historia en las costas de Colonia, porque “dicen” su timón flaqueaba de quebrantos y era incapaz de virar a estribor o babor cuando la patria le reclamaba su lealtad.
Cuenta la historia que su bravura criolla lo llevo a latitudes impensables en su especie, Argentina le vio arribar con señorío y Rio Grande do Sul fue testigo de su presencia.
También cuentan en los rincones más sabios de los bares del puerto que fue capaz de arrancar de las entrañas del Banco Ingles en feroz batalla al pesquero japonés de 80 metros de eslora Chirodi Maru, pero si el Enriqueta tiene un gran defecto a mis ojos, es su impertinencia al tiempo y en el tiempo.
El Enriqueta es mucho más que un navío, si navío, su espíritu contagio y contagia cada hombre que se posa sobre él, las hazañas emocionan a quienes la vivieron y el común denominador es el Enriqueta, cada marino que disfruto el privilegio de trabajar codo a codo con la embarcación destacan que no es un buque, dicen que es un monstruo de mar con vida propia.
Volviendo al 23 de agosto de 2005, las noticias que llegaban con respecto a la meteorología en la bahía de Montevideo eran desalentadoras, tome la decisión de encabezar una guarida nocturna, Tsakos activo todos los sistemas de seguridad, no somos capaces de dejar nada al azar, un grupo de hombres bajo mis órdenes se encargo de que el dique fuera una fortaleza, y lo principal, cumplió con honores.
Solo se escapo a mi custodia a mi dominio, si, el Enriqueta. Abandonado en un pequeño muelle y escoltado por una gran grúa, yacía él.
Desde mi despacho lo divise con gran asombro, cobro vida peleo con todas sus fuerzas, no entendía como un viejo casco era capaz de resistir aquel temporal, grandes embarcaciones sucumbieron a la furia pero el peleo, la batalla fue eterna y dura, no se doblego.
La grúa que se encontraba amarrada a su lado no corrió con mejor suerte, y eso marco su destino. Fue capaz de defenderse pero no de soportar el peso de aquella grúa a la deriva, le golpeo y le volvió a golpear. Insistió durante todo el temporal y la fatiga le venció, se escoro a estribor y descanso cruelmente contra las rocas, pero te juro amigo seguía respirando, tenia pulso.
Al amanecer vi su cicatriz, volví a mi casa para descansar, y rápido desperté a Gladys.
No es mi mujer, porque no hago rehenes no tengo más propiedad de la potestad de mis hijos, es simplemente y extraordinariamente una amiga que me acompaña día a día en mi camino, practícalo amigo es un consejo si permites mi licencia (creo van dos).
-Enriqueta aguanto.- le dije mientras la movía para despertarla.
-Manolo, ¿Enriqueta es una mujer?.- pregunto, todavía dormida.
-¡no!- conteste firme
-¿has tomado alguna bebida alcohólica?
-no.- mi único pecado es acompañar el mate con un whisky y tengo de testigo a mi sobrino, es el ultimo que me ha visto tomar un trago (creo en todo caso que mi sobrino Edison es el borracho).
-¿Cómo fue la noche en Tsakos?
-bien amiga, muy bien.
-descansa, amor.
Y dormí, pero no descanse. Era incapaz de quitarme en el consiente y en el inconsciente al Enriqueta.
Se me antojo un día largo ese maldito 23, que hasta hoy es mi particular 23(contando que el calendario hoy marca 25 de agosto de 2009), después de perder en la revuelta cama unas horas, me levante lave mi cara, en una silla me esperaba ropa limpia y planchada, un café rápido y una ducha exquisita, en la cocina también esperaba el mate “ensillado” y el termo con su agua caliente y su todo.
No tarde nada en saltar fuera de casa, mientras recorría la rambla portuaria y alguna vieja locomotora de tren descubría la silueta de él, mi corazón bombeaba y bombeaba, apresure mi viejo Ford Escort, destartalado y con su discreto rojo pinto mi camino.
Entre en Tsakos y me dirigí a mi oficina, todos los compañeros me saludaron como es una costumbre en esta gran familia. Uno de ellos se acerco a mí.
-Don Manuel, se fue hace tres horas. ¿No habrá descansado nada?.- me dijo asombrado por mi presencia, el sabia que pase una noche con mal anochecer.
Le señale hacia el infinito, se acerco a la ventana, miro.
-estaré ahí con el Enriqueta, compartiendo unos mates, si me necesita me llama.- agarre mi campera de faena, y me fui.
-“hola viejo, que dura pelea y que peleón que sos”-le dije.
Una herida (causada por la grúa) se descubría a mis ojos, un costado de historia castigada. ¿Sería ese el que en confidencial charla escucho al Graf Spee?
Nos interrumpió Carlos, un amigo Ingeniero que comparte conmigo el amor a este monumento, diríamos que somos un matrimonio de tres.
Pueden suceder muchas cosas en un pequeño país, pero se escapan al puerto de Montevideo. Es una mini nación, con su propio dialecto, mas de señas que palabras, con una solidaridad digna del riesgo que corren los hombres que en el desempeñan su actividad, aparte me atrevería afirmar que dentro de esta “comunidad” están todos y cada uno de los estamentos que encontraríamos en una ciudad, todos y cada uno de los oficios, servicios (todos los servicios, también los de servicio carnal, esos que tanto gustan a los marineros extranjeros cuando tocan tierra).
Nos saludamos.
-si pudiera hablar, ¿Qué contaría?, las batallas, la gran batalla del plata, los naufragios, los hombres que arranco de la brava muerte del mar.- ni yo, ni el Enriqueta, dijimos palabra alguna.- la ANP exige que sea retirado de aquí, y la empresa propietaria lo desguazara para cumplir con la orden.- esa condena me retumbo y retumbo en mi cabeza.
-¡No!, te prometo Carlos que volverá a navegar.
-eso suena lindo.- palmeo mi espalda y se fue.
Con más de 30 años como mecánico naval, con toda la experiencia recogida en mi trabajo de Tsakos, debía otorgarle la solución, y se la otorgue.
El sacrificado rescate duro casi dos años, recuperando 15 o 20 centímetros diarios, desafiando al Plata hasta que nos otorgo su bendición, una vendita marea lo libero.
Se podría decir que lo salvamos de una muerte segura.
Pero continua en enfermería, el paciente es mayor se debe tratar con mucho cariño, y la historia tiene una implacable mirada, se debe trabajar con mucha profesionalidad, por ese motivo solo acarician al Enriqueta, grandes de los más variados oficios.
Queda mucho camino por recorrer, y en el estamos.
El Enriqueta esta ansioso de compartir todas sus aventuras, para contarle a cada uno de los ciudadanos de este hermoso país, y a esos que quieran disfrutar como pasajeros de Montevideo de una historia viva.
Hay algo que es seguro, el Enriqueta nació en 1894, pero su epitafio todavía no se ha escrito.
Pero lo que aquí no se cuenta,  la historia que vendrá, no seré yo quien la escriba.
Ese honor pertenece al Enriqueta, y la contara como el mejor sabe, navegando

“Te podría recordar varado, pero te prefiero soñar en la mar.”

El relato:

Si algún pasaje tiene algún parecido con la realidad, es una mera coincidencia.
Contiene un extracto del poema Cantares, escrito por Antonio Machado y extraordinariamente cantado por Joan Manuel Serrat.
Ha sido escrito con mucho afecto, mate amargo y un frio Whisky(o dos, o tal vez tres).
Cualquier desvarió de este por culpa del alcohol, es toda una realidad.

“Madrid no tiene mar y lo sueña, nosotros tenemos al Enriqueta.
No lo soñemos, devolvámoslo al mar”


Esta es la única forma en la que yo concibo la historia.

“zapatero a sus zapatos y el Enriqueta a dejar estelas en el ancho rio como mar”

Dedicado a mi tio Manuel (Manolo) Medina, con todo mi cariño.

Allí donde estés

Me enamore de ti,
Casi sin querer.
Yo me enamore,
Sin saber que el amor,
Se siente hoy, mucho más que ayer.
¿Dónde estás?
En que rincón del cielo debo buscar.
Ahora me doy cuenta,
Que ni todo el tiempo del mundo,
Hubiese sido justo, para poderte amar.
¿Quién te arranco de aquí?,
¿A quién debo maldecir?
No es verdad, no lo puedo entender.
Tan bonita como es, ¿porque se fue?
Allí donde estés,
Un manto de estrellas, tu piel.
Una ráfaga de viento, me trae tus besos.
Te quiero.
Si hay Dios en el cielo,
Te arranco de mí por celos.
Dile que te quiero,
Dile que me pida; todo le daré.
Por estar contigo,
Yo navego al infinito.
Más allá del horizonte,
Tu nombre escribiré.
Tan joven,
Tan linda mujer.
Aún veo el brillo de tus ojos,
En cada amanecer.
Allí donde estés
Un manto de estrellas, tu piel.
Una ráfaga de viento, me trae tus besos,
Te quiero.
Si es que sin ti, no.
Dame alas, iré volando a tu lado.
Aún queda tu perfume en nuestra cama.
Vuelve, como hada,
Tócame con tu varita mágica,
Despiértame.
Esto tiene que ser solo un mal sueño.
Como la vida te puede quitar,
Un amor verdadero.
Nunca tuviste un mal gesto; te recuerdo.
Siempre complaciente,
Siempre diciendo,
Que conmigo al fin del mundo.
Y yo sin entenderlo.
Te busco, te busco.
Mi vida sin ti,
No es vida.
Sin ti, no entiendo los amaneceres.
Dame alas,
Déjame estar allí donde estés.
Te llevo en mi pecho,
Quemas como el fuego.
Es la rosa más bonita.
Vida, moriré.
Allí donde estés,
Un manto de estrellas, tu piel.
Una ráfaga de viento, me trae tus besos.
Te quiero, te quiero.

domingo, 11 de octubre de 2009

Amor embarrado

Este amor con pulmonía
Ya no predica en tu pulpito
Se va al bar con la cofradía
De los que no tienen laburo

No me enternece tu sala de urgencia
Ni que me inyectes el suero del sexo
He caído tan enfermo que mi remedio
Es solo la vieja y paciente muerte

Es que prefiero seguir rodando
Que volver a caer en tus malditas redes
Tú te acercas y yo termino temblando
Me arto tu eterna guerra este desaparece

Te sugiero no mal gastes tus energías
Tejiendo una táctica de busca y captura
El papel de fugitivo y las malas compañías
Sientan de maravilla son compañeros de ruta

De apoco me canse de saltar tu barranco
Siempre caigo al fango y vuelta a tragar
Nena tensaste demasiado la cuerda ¡carajo!
Que el amor se desbocó en grito de ansiedad.

Gracias cantor

Trovadores de ilusiones
Robando amores
Sal y pimienta en canciones
Endulzando corazones.

Un rayito de esperanza
Se desliza por tu mano
Y se funde en tu guitarra
De melodías y acordes.

A pesar del negocio
Que dirige un tal judas
Tienes el himen del corazón intacto
Y cantas tus locuras

Benditos los ignorantes
Bendito el extenso universo
Malditos Aquiles con tendones
Malditos hombres “orejas de asno”.

Trovadores de ilusiones
Robando amores
Sal y pimienta en canciones
Endulzando corazones.

Arqueros de gustos exquisitos
Diana en mis sentimientos
Mis ojos derraman cristalitos
Murguistas pintan cuentos

Desbocados pregoneros
Que no se dejan domar
Candombe de blanco y negro
Cultura que no se deja inhumar

Gracias por dejarme ser tu testigo
Desde tu canto vivo con vos
Gracias por dejarme cantar contigo
Desde tu guitarra vuelo con vos.

Trovadores de ilusiones
Que ponen el corazón
En noches de actuaciones
Hoy brindamos por vos.

Sal y pimienta
En canciones.

sábado, 10 de octubre de 2009

El Madrid de Alison

Desde el sol hasta el Oriente,
con el eterno Colón y el Angel
que vigila tus puentes,
Alcalá abre sus puertas a Cibeles,
mientras Neptuno, impaciente torero,
que en el paseo de mis noches me vigilas con celos.
Que culpa tengo yo, que si quererte fue una inspiración.
Si tu me faltaras, te inventaría con los mismos colores,
y noches de vestidos de fantasía.
Madrid... si fueras mujer, serías mía,
y en mi coche, mientras recorro tus ríos de cemento negro
me pregunto por qué cada día más te quiero.
Y Casa de Campo, con ese coto privado que te da rubor,
cual cuadro más bonito, y por marco un viejo Río
que te abraza con calor.
Si fueras bailarina, bailaria hasta que muera,
la canción que más prefieras.
Y eres Mayor, y tus arrugas como cuevas
donde me refugio yo.
Por testigo tu Retiro,
que tu plaza Monumental con tu fiesta nacional,
haga temblar tus centinelas, cuales Torres Blancas
que acompañan con su mirada
mi partida y mi vuelta.
Y cada día te quiero más.



viernes, 9 de octubre de 2009

A una puta cualquiera

Rebajas...
Rubia como el sol,
Que sabe lo que es el éxito.
Mientras hoy,
Saborea con desprecio,
En la vidriera del fracaso.

Marcando una noche
En el asiento trasero
De un coche,
De algún "buen hombre casado".

Por pasado,
Una leyenda...,
Por tí, un deseo...,
Presente, un cuerpo...
Una sonrisa sin prisas.

¿A dónde vas?,
Carmín con precio,
Corazón de esquina,
Quién te ha visto.
Quien te vera.
Te propongo que hoy...
¡Al carajo el trabajo!
Brindemos con un tinto,
"mata frío",
Y sino...
Si tú te vas,
Yo me quedo.
Si tú regresas,
Te juro que vuelvo
Al lugar
En el que tú existías.

¿A dónde vas?
Carmín con precio
Corazón de esquina,
Quién te ha visto.
Quien te vera.

Te propongo que hoy...
¡Al carajo el trabajo!


Vedette de una noche oscura.
Protagonista de mil esquinas en penumbras.

A solas con mi libertad

La última copa que me voy a tomar,
es para brindar
por esos ratos a solas con mi libertad.
Ya las mariposas chupa sangre
no revolotean por este bar.
Las rosas se marchitan,
ya llegará otra primavera,
solo es cuestión de esperar...
Un velero agoniza
a metros de la orilla,
tu casa, una iglesia,
como domingo de misa.
Y a mí a pesar de los años,
me sigue gustando
burlarme de la sociedad.
El obrero del andamio,
hoy no le mete mano
al piropo vulgar.
Al cirujano, se le fue la mano,
y al cercenar el reparto le quedo fatal.
Mira, por aquí abajo pasan los años,
y no hay tierra que sembrar.
Y sentado en el cordón de mi vereda
te veo nena pasar y pasar.
Te recomiendo no des más vueltas,
¿no ves que no estoy esperando a nadie?,
sólo estoy, ocupando un lugar.

Tu templo

Me dejaste tirao,
más recojido que tus besos falsos
fuí pateando las flechas de Cúpido,
que tu fuiste quebrando
te llevaste todito.
Es la tercera luna de miel,
que me dejas plantao
pero te volveria a querer.
No creo en Dios,
pero de tu templo, soy el más deboto,
de nosotros dos.

La rosa que engalana

La rosa que engalana
en la solapa de mi corazón;
el Don Juan que revolotea
acechando tu amor;
el ladrón sin experiencia
que va rompiendo a pedradas
los cristales de la pasión;
y el abogado de tu inoscencia
que me ha puesto una querella
por tu mal de amor.
El último mendigo,
preso en tu destino...
¡ahí me escapo yo!
El amor se despistó, nena,
se olvidó de nosotros dos,
se perdió en una noche
mezclada con alcohol.
Se jugó todos nuestros créditos
a la ruleta, y perdió.
Se equivocó de cama,
se equivocó de corazón.
Y la rosa que engalana
en la solapa, se marchitó.

Emigrante

Soy simplemente el hijo de un emigrante,
que emigró también.
Soy el sueño de los amigos que dejé,
que nunca olvidare.
Y pasa el tiempo, y hoy,
aunque mis raíces aquí estén
voy en el viento porque
sigo siendo del sitio que me vio nacer.
No me arrepiento porque yo sé
que lo volvería  hacer.
Voy en el viento porque
soy del sitio que hoy me ves
y a ti que tal vez algún día
con indiferencia oyes mi canto,
no te olvides que pasajero del viento
tú puedes ser.
Hola y hasta luego
de aquí me voy, aquí me quedo,
tengo la fortuna de conocer
la luna de varios pueblos.
Voy en el viento porque
soy libre y lo seguiré siendo,
pelea tú por lo mismo
que nunca nadie
se atreva a cortarle las alas
a tus deseos.
Amigos míos de aquí y allí
brinden conmigo;
con una copa de vino
estén donde estén.
Voy en el viento
y en el viento volveré.

Aquel verano

Triste amanecer el de aquel verano
que hasta el sol se nego a salir
confundidas las estrellas
fueron todas fugases por ti.
Te llevo en mi cajita de sorpresas
donde guardo el sentir,
el querer y el latir.
El veneno de tus besos
sigue corriendo por dentro
y no me deja sonreir.
Me muero por verte
por quererte yo, ya morí.

Una tarde

Una tarde cualquiera
Sentado en la vereda
Revolotea una quimera
A las ganas de tu falda

Atropellan las prisas los besos
En un recoveco de tu zaguán
Sueños que están presos
En este aprendiz de don Juan

Haciéndole carantoñas a los sexos
Quitándole la razón, a los besos
Yo me muero por tus huesos
Y vos decís morir por mí,
¡Corazón!

La amnistía llega tarde a tu cuerpo
Tantas primaveras esperando
Y, Yo sin comprenderlo
Corazón que voy matando

Caballero audaz caminando
Al encuentro del sentimiento
Más patrono de tu virginidad
El amor es toda una realidad

Revolotea herido en tu pecho
De colchón un suave pasto
Al pudor le vendamos los ojos
Al amor le damos todo hecho

Una tarde cualquiera
Sentado en tu vereda.

Se descuelga del cielo el sol
Una tarde cualquiera
Nos descubre la luna
Sentados en tu vereda.

Intercambios

A la cama redonda de la vida
Donde se cae una fulana
Y rápido se sube una dama
Sin respeto con un camino de ida.

A las rayas picaras y maltrechas
Del pijada de viernes y sábado
Que esta ajado y desconchado
Por algunas fantasías caprichosas.

Trasnochado y manoseado el esqueleto
Virgen y perverso todos mis deseos
Torpe y muy audaz en el manejo
De las damas en este sutil ruedo.

De comer y compartir la comida.
Cambian los tiempos y las minas
Decir que decía el prójimo sobre mirar
Y ni hablar de desear otra comida.

La moda no me desmorona a pesar de todo
Busco fulanas, la sopa de dama aun quema
Mi lengua se burla en tu manjar nena
Arropándonos en un hotel de carretera con su lodo.

Que a pesar de la modernidad no hay sabor
Que endulce más que la soledad de dos
Entre las viejas sabanas acartonadas con su tos
Llaves de una habitación música y calor.

Esta noche, dulce muñeca, la modernidad,
No come pero deja comer en esta nuestra mesa.
Exquisito manjar tu ombligo y tu cabellera,
Que se enreda en mis manos carentes de piedad.

jueves, 8 de octubre de 2009

"Oye Julieta"

">
“un cuento para ver y escuchar”

Un cuento para disfrutar, reír, maldecir, da absolutamente igual.
Con este cuento aprendí que nunca se le puede mostrar a un (vía internet España/Uruguay) loco inquieto nada que este pueda transformar. Dicen que se encontraba a la sombre de un parral acompañado por su dama (la damajuana), tomo su teléfono móvil (hoy lo tiene un tal Romeo) llamo a unos amigos, guitarras al auto, cámara al hombro y el mejor vestido para su dama (mimbre del mejor).
Muchas gracias Gaby Zeballos y amigos.
Er cuentista.

"Vivan los novios"

Loca y radiante va el novio
Con su vestido…y su cola
Vaya cóctel nervios y jolgorio
Él le quiere y él, “como una ola”

En estos tiempos de amor en dieta
No adelgaza el corazón y su infarto
“Mala pata”, hay que dios no quiera
Al morbo de si él arriba o él abajo

Baila como una loca él, y el otro
Las lunas siguen siendo de miel
Al sí quiero que viaja en un soplo
Dejando cacarear la gallina en la piel

Siempre tomando de la mano el riesgo
Solo se suicidan los “tontos enamorados”
Si alguien a decir tiene, yo sí que tengo
Putas y maridos la primer piedra yo pago

Relucen flamantes grilletes en cada anular
Condenándose al particular contrato a definir
Obligados a sonreír, vivir y siempre jugar
Atrincherarse siempre en el amor y resistir

No hay mejor brindis que el de Jerez
No hay Jerez sin noches de bodas
Él y él cómo dos locos a querer
Felicidades del Pelao y todas.

Y que “¡vivan los novios!”
Y ese tal Medina.

Luna de febrero

Yo se que la vida
Nos volverá a cruzar.
En otra noche alicaída.
Húsares prontos para cazar

Porque son caprichosas
Mis ganas de ¨pelearte¨
Emborracharme en tus enseñanzas
Adivinar el amor en tu arte

En un boliche sin armas
Bonito escenario copas y nada más
Vos y yo solos con la palabra
Este peón quiere aprender a labrar

Tal vez invitarte a caminar
De compartir el frio y el calor
Atrevido farolito que ilumina el mar
Estampa que enciende mi rubor


“Banda sonora de febrero
Donde se ahogan los murguistas
De Cádiz a la Unión como pasajero
Trafican carnavales los ilusionistas”

Sombrero chaleco, cara pintada
Canta con sencillez sobre el escenario
Que apaga la garganta la retirada
Cerrojo en el tablado fin del itinerario.

Pajaritos de Parque

Al parque como dos tortolitos
Tú por tu sendero yo por el mío
Y ahí donde se cruzan en el infinito
Yo sueño despierto si robo un suspiro

Que tendrán las matemáticas, las ciencias
Que tendrá la geografía de este parquecito
Tú sumergida en libros se ahogan las esencias
Que tendrá tu cuerpo que me vuelve loquito

Que tiene el brillo de tus ojos lindos
Que sin mirarme, en ellos yo me miro
Qué bien te sientan las sombras de los pinos
El estanque y su vida al verte se convierte en rio

Poso mi esqueleto temeroso de forma sigilosa
Al alcance de tu fragancia virginal de rozas
Que a tragos atrevidos devora mi garganta cirrosa
Embriagando mis sueños en fantasías caprichosas

El sol se pone de antifaz el horizonte
El telón descubre la hora de tu partida
Se apaga una tarde mas nace otra noche
Se va y por despedida una pequeña sonrisa

Si yo tuviera tu valentía y no esta cobardía
Que disfrazo en poses cómplices y distraídas
El tiempo juega en mi corazón con su pesadilla
Y sigo desperdiciando tus venditas idas y venidas


“Hoy tengo la cordura un poco descuidada
Pájaros en la cabeza siguen con su jarana”

Negro el 37...

Con 37 y mas tacos
Harto de la moda
Cansado de tinto y soda
De la ironía de tus pactos

Cansado del tacto sin amor
De las tetas de silicona
De ojos que me traicionan
De la factura de tu dolor

Arto de la que arruina
Con los brindis el sexo
Al amarillo exceso
Del whisky en su rutina

Traje de lobo sin caperucita
Siempre con la misma treta
Bailan mis letras en su fiesta
Gira sin respeto la calesita

Personaje que no se ciñe
Este cuero se marchito
---y es que Trajes que destiñen,
No visten solo dan calor.---

Con 37 y mas tacos
Harto de tu hermosura
Sin miedo a las arrugas
Quemo mis horas con tabaco

Con 37 y mas tacos
Me siento a esperar otro año
Mato el tiempo aunque venga degollado
Con 37 y mas tacos...

Damas y Caballeros

En la primera fila de mi habitación
Soy el único afortunado espectador
Que a duras penas soporta la agitación
De las piernas que acunan el ardor.

Solo deja mirar mientras se masturba
Cuanto más lejos el plato y la sopa
Más hambre me da y me perturba
Vestida o desnuda siempre esta guapa.

Y ella que lo sabe mira y más se toca
Dejándome inquieto en mi purgatorio
Disfruta de este juego como una loca
Gatita caprichosa que marca su territorio.

No me gustaron nunca las puritanas
La espió en la cocina toda una dama
Cuelga el delantal de verdes marcianas
Y a sudar al burdel de nuestra cama.

Pero al manjar de su espectáculo aceitoso
Me veo obligado a una “eterna” castidad
Que violo a lo loco desbocado mocoso
Y la falta de respeto le da su felicidad.

“caprichosas costumbres de la sociedad
Damas y caballeros, en las puertas de algún bar”

lunes, 5 de octubre de 2009

Testamento y pico...

">
Este "cuento" que aqui suena y como se ve escucho mientras regreso en coche a mi casa, tiene musica y canto del señor Gaby Zeballos.
como siempre digo. yo escribo cuentos, tu los cantas, los interpretas, los lees, y hasta puedes escucharlos.

Rumores

Rumores.
Que hablan muy mal de nosotros
Como judas, fuera tripas y ahorcados
Así veo el mundo, entre teatros.
Lunas de miel para extraditados.

Rumores.
Canillitas cantando noticias,
Huele a hispanos la quinta avenida
Y se caducan más temprano las visas
Esa frontera me´s desconocida.

Rumores.
Colores blancos que destiñen
Miradas siegas no hablan
Aquí pasa, aunque se empeñen
Siguen sirviendo gato por liebre.

Rumores.
Enlatando en conserva las libertades
Angelitos de Machín con salsa de tomate
Cimarrón, ¿donde pasas tus navidades?
Y la justicia Jaqué mate.

Rumores.
Los dioses destilan las religiones
En el cielo peleas de santos
Trofeos de guerras matan hombres
Paraísos llenos de tontos.

Rumores.
Este relato con sabor oropel
Entre camisas de fuerza y chalecos antibalas
Solo traen rumores,
Vos y yo no sabemos nada.

“Rumores son solo rumores
Vos y yo no sabemos nada.
Nada de nada”.

Dándote la libertad

Me asome al umbral de la ventana
Para espiar mí casa en su soledad
Ver a distancia el baldío de la cama
La pobreza y la tristeza en su lealtad

Aspirar con dulzura toda su humedad
Descorchar el pasado empañado en el cristal
Agotando el aliento arrancado de mi mocedad
Reprocharle al reproche que insista en su terquedad

Observar como la escarcha empieza a helar
Lo que parecía iba ser un dulce hogar
Pero esto solo lo imaginaba no se podía apreciar
No descubría desde mi ventana no se puede tocar

Tomando distancia se reflejaba en el sucio cristal
El mal que dentro de mi casa solía habitar
El dolor paralizo mi retorno se despertó un huracán
Que vomito la realidad al camino que debo caminar

Mi casa siempre fue y será un cálido hogar
Parto con el saber de devolverte tu libertad
Censurando mi propia agonía para no vacilar
Porque más daño que yo no hace la soledad

Musas con alas

Dame lápiz y papel
Que llegan musas volando
Y atrapo una en mi puño izquierdo

Una rosa pierde pétalos al viento
Tu mejilla pide un beso a gritos

Una caja de sorpresas
Que se ha quedado
Vacía y sorprendida

Y esa rosa que abandona
Tu alma de puntillas

Revolotean impacientes
Manada de musas blancas
Doble o nada a los fusiles
De los furtivos cazadores de almas

Tengo okupas en mi corazón
El brazo de autopista
El virgen papel carente de inspiración
Se abre en dos esperando la orgia

Falsa pretensión pasar fronteras de gloria
Sobra con inmortalizar esta hora
¿A quién embaucara la parodia?
El candil ilumina con candor la ironía

Musas con alas
en retirada.

Busca y rebusca

“Busca y rebusca
Gorro viejo esconde su mirada
Busca y re busca
El gamulan con parches en la espalda”

El changuito reboza miserias
Tres perros sin fuerza para ladrar
Vos con tu indiferencia lo malherías
Un trago que su frio pueda calmar

Una muela le trae por la amargura
Una espalda que no le deja caminar
Y nadie ve que transporta su tortura
Aguanta la vida no le puede sobornar

“busca y rebusca
Gorro viejo esconde su mirada
Busca y rebusca
El gamulan con parches en la espalda”

Una radio Sin noticias del más allá
Y del mas acá que te voy a contar
A veces la vida puede ser muy canalla
Una copa de nostalgia le hace delirar

Extiende su mano para mendigar
A nadie se le cae un pobre mango
La indiferencia da asco en este lugar
Seguro el futuro se escapa en un trago.

“busca y rebusca
Gorro viejo esconde su mirada
Busca y rebusca
El gamulan con parches en la espalda”

“El gamulan con parches en el alma”

domingo, 4 de octubre de 2009

Marcha de Corso

¿Cuentista?

Porque es una muleta a la falta de atributos.
Escribir:
Muchas veces escuche que es un oficio, un arte.
Pero todos sabemos que hay toreros que cantan o dan el cante, cantantes que son poetas y poetas que torean en cualquier plaza, con arte y oficio.

Pero como yo no rasgo ciertos escalones de la sociedad y la cultura, prefiero lo cotidiano y así trato las definiciones.
Un hombre con oficio de carpintero que lo realiza con arte, es simplemente un genio.

“Las estrellas están en el cielo, y necesitamos buen tiempo para verlas”

Una frase, un verso, un poema que se transforma en canción, la novela más larga o corta del mundo, el guion, etc.
Para mí, con mis pocas herramientas, son cuentos. Cada uno en su forma o formato.

Yo solo escribo cuentos.

Tú los lees, los cantas, o los interpretas.
Er Cuentista.